Querido papucho:
Hace tiempo atrás comenzaste enseñándome una filosofía que comprendía a medias, una sabiduría que aún no puedo delucidar. Y te me fuiste antes de que terminar de entender como o por qué... No tengo palabras par decirte lo mucho que me haces falta, lo mucho que me duele tu partida.
Hoy la retórica me falta y los versos se me hacen lágrimas, aún no entiendo tu ausencia. Sólo puedo prometerte mi recuerdo, mi amor incondicional y mi firme promesa de que algún día yo concretaré tu sueño.
TE AMO Y NUNCA TE OLVIDARE
Tu nena pequeña