martes, 27 de mayo de 2008

La Aventuras y Desventuras del Hijo Sanwich


Así como la condición del primogénito o del hijo más joven de la familia puede llegar a ser un privilegio o una desventura, la ubicación del niño con respecto a sus hermanos puede ser el punto de partida de una sólida unión entre ellos o el detonante de diferencias a veces irreconciliables. Todo depende de las pautas de crianza que sigan los padres.
Sucede en el seno de muchas familias. Espontánea y casi inevitablemente, el orden de nacimiento de los hijos empieza a determinar la actitud de papá y mamá frente a cada uno de ellos: A un hijo se le asignan más responsabilidades por ser el mayor; al otro se le permiten determinadas reacciones porque es el más joven; y a un tercero se le tiene más "consideración" porque, como reza una vieja creencia “es el hijo del medio o el “hijo sándwich”, y por lo tanto, el menos favorecido.
Sí, frecuentemente se exagera con el primer hijo y éste carga con todas las expectativas familiares, asumiendo que debe cumplir bien su rol. Por eso en general, los hijos mayores son responsables, meticulosos, sobre-exigidos y autoexigentes. Cada uno de sus logros es ampliamente celebrado y comentado.
En cambio los menores son queridos por ser lo que son: "benjamines". Las madres muchas veces confiesan tratarlos con actitud de "abuela". Es decir, lo regalonean y no le exigen. En efecto, cuando llega un hijo luego de varios otros, la mamá ya no está apurada en sacarle los pañales, en que hable o camine. Sabe que eso ocurrirá de todas formas, porque ¡todos los niños hablan y caminan algún día! Así, con padres menos ansiosos y más consistentes, pues ya han aprendido, ese menor crece lleno de afecto y en un ambiente de libertad, sintiendo el amor incondicional de sus papás, seguro de sí mismo.

Según un estudio adelantado por la Universidad de Oslo y el Instituto de Salud Ocupacional de la capital noruega, esas diferencias dependen, en gran medida, del puesto de nacimiento de cada cual. En sus conclusiones, el diagnóstico revela que el orden en que se llegue a la familia es un factor definitivo en la formación de la personalidad.
La teoría no es tan nueva. A finales del siglo XIX, Francis Galton, primo del célebre Charles Darwin, habló de The Birth Order Therory (Teoría del Orden de Nacimiento), y aseguró que el hijo mayor de toda familia tiene características muy marcadas por su condición de primogénito, así como el siguiente tiene unos rasgos especiales y muy diferentes al primero, por el solo hecho de haber nacido en segundo lugar. El tercero tiene también lo suyo y así sucesivamente.
En familias muy sobreprotectoras o muy ansiosas, ser el segundo puede constituir un alivio. Mientras el mayor y el menor concentran expectativas y aprensiones, el del medio crece más libre y no está en el ojo avizor de los padres. Esto será bueno, siempre y cuando la actitud no sea percibida por el niño como abandono o falta de preocupación hacia él. Porque hay que tener presente que un niño es sándwich si no logra hacerse un espacio propio como individuo diferente a sus hermanos.
Cuando las familias resuelven mal esta situación el niño del medio derivará en actitudes de envidia y celos hacia sus hermanos. El mayor siempre será el exitoso y por eso el segundo tratará de desarrollar aquellas habilidades que le han dado triunfos a su hermano. Sus propios talentos los postergará, buscando asemejarse al mayor. Lo cual es grave, ya que querrá ser lo que él no es y en la vida se equivocará en elegir.
El asunto pasa a tener ribetes patológicos si ese hijo tiene problemas para relacionarse con sus hermanos y sus amigos del colegio. Es decir, si siempre se siente postergado y no aprende a compartir; si se siente incapaz de competir y de ganarse un espacio; si tiene problemas de adaptación y pasa "derramado" o se convierte en el payaso permanente del curso o de la casa con tal de llamar la atención.


El presidente de Venezuela, dice un artículo de Angelica M. Lagos C. "El orden de los factores SI altera el producto" en el diario On Line EL ESPECTADOR (molesta, con toda razón, por mi falta de mención, con lo cual me disculpo y le hago su referencia), es hoy el político más controversial de América Latina y también el más controversial de sus cinco hermanos. Chávez es el hijo del medio: tiene dos hermanos mayores y dos menores. Es sociable, dicharachero y siempre luchó por ganarse un lugar en su familia. Sus actitudes personales y públicas, sus decisiones políticas imprevisibles y otras conductas encajan en lo que los científicos noruegos describen como “el hijo sándwich”. Adán, el hermano mayor de Chávez es el más influyente y muchos dicen que aconseja al mandatario. Aníbal, el menor se fue a estudiar inglés a Ohio y nunca optó por la milicia, tradicional en el clan Chávez.
En la realeza hay otros hermanos que se ajustan a la descripción de los científicos. Carlos, el mayor, estuvo casado durante muchos años para cumplir con una tradición. Andrés, el del medio, es alejado del núcleo familiar, muy sociable y se separó primero que Carlos y Eduardo, el menor, se dedicó a la producción de cine y se casó cuando pasó los 30 años, algo visto como “rebeldía” en la corona británica. Los hijos de Diana y Carlos también encajan en el estudio. Guillermo es dedicado, inteligente y reservado. Harry, el segundo, ha protagonizado varios escándalos en la prensa.

¿Cómo resolverlo en familia?
- Otorgándole un afecto incondicional. Aún más si presenta algún problema de aprendizaje.
- Dedicándole tiempo. Así se lo conocerá y se lo podrá potenciar en sus talentos.
- Dándole alguna tarea específica en el hogar en la que se sienta cómodo. Con responsabilidades, el niño tendrá un lugar en su casa. Se sentirá participando e importante.
- Nunca sobrevalorar la capacidad afectiva del niño para arreglárselas solo. Si a un hijo de cinco años la mamá le dice: "Tú eres grande, puedes hacer solo la tarea mientras atiendo al bebé", es seguro que el niño no acepta bien esta situación. "Fulanito ya es grande y entiende" dicen los padres. Efectivamente "fulanito" entiende intelectualmente, lo que no significa que comprenda emocionalmente. Por eso es un error hacer crecer a los niños de golpe porque llegó otro hermano, sacarle los pañales o mandarlo al colegio.

La transición debe ser gradual.
- Hacer que los hijos formen equipos.
- Evitar hacerlos competir y por el contrario que aprendan a ayudarse.
- Definir a los niños por lo bueno que hacen. Reforzar con palabras y a veces premios, les ayudará a construir una buena autoestima. Al contrario, si los padres se centran en los defectos estos se agrandarán.
-Tener la apertura de aceptar niños diferentes. Aceptar los dotes particulares del niño del medio, ayudándole a crecer.


Pero sobre todas las cosas la comunicacion y amor que pueda otorgarse a ese niño es INVALUABLE!

8 comentarios:

Border dijo...

Buen dia señorita, como esta ud?
Cabe destacar que el que suscribe estas brebes lineas es hijo sandwich.
De hecho tengo 3 hermanos mayores y su igual numero de menores.
Sin falsas modestias el mas bello, sexy, divertido y segun algunas lenguas, timido es el que imprime estas lineas.
Con mis dos hijos siempre charlo este tema, para que sepan que ambos tienen su espacio y los amo por igual, que estudien que es lo importante para ser alguien en la vida.

Besote grande.
Buen dia.Namaste.

P.d.: andas perdida, sabelo.

white dijo...

Ah decir verdad se denota que esta teoria tiene muchas bases, y pues es como una tradicion que se pasa generacion tras generacion que el hijo mayor, siempre carga con la responsabilidad de un buen prestigio para la familia, yo por ejemplo soy la menor y la responsabilidad en mi era minima y mas bien era mas pasadera, pero al pasar al cambio de niño a adulto, fue tan abrupto que ya no supe lo que estaba bien o mal.

Ego dijo...

Mis padres se quedaron con una hija. No sé si rompieron el molde, pero a mí me dio por nacer un par de veces más. Y a ellos no se lo conté nunca.
Mañana me cambiaré el tinte.
Un (b)eso!

Briks dijo...

si yo le digo que soy (fui) el primer hijo (encima varon), primer nieto, primer sobrino, etc..?

Miss dijo...

Yo soy la mayor, y cargue con todos los sermones, tvia soy la que debo dar el ejemplo, va... cabe aclarar que mi flia es bastante conservadora, enchapadisima a la antigua

ahora mi hna menor goza de plenitud total en cuanto a libertad, tiene siete años y hace o que quiere.jaj, y clarom ya estan viejos los papis


no es justo!!!!!!!!!!


Alelo, el susodicho queria saber como se lograba mantener una relación a la distancia...

otra cosa..te agregue a mi msn, me lo paso border, buenaonda este chico, es genial no?¿

bueno, aceptame guacha y un dia de estos hablamos al pedo un rato

besos

hister

María dijo...

Soy hija mayor y tengo un hermano que casi casi es el sandwich. Pero crecimos sin complejos, cada uno cumplio su rol. Hoy las diferencias no se notan, apenas nos llevamos año y medio.

Alelo te dejé un regalo mi blog.


Un bacio.

RAYITO DE TERNURA- CINE COMPARTIDO dijo...

TE QUIERO Y QUIERO QUE PASES POR MI BLOG SE TE EXTRAÑA .

CALIDOS BESOS

YERMAN

Dinora dijo...

Mi hermano es el hijo-sándwich, único varón entre dos mujeres, ése no sufrió nunca de déficit de atención ;)

Saludos!!

PD. Yo soy la Benjamina y contenta de serlo :)