sábado, 26 de septiembre de 2009

In Memoriam


Esa noche la fui a buscar, no podía soportar la idea de que me abandonara sin antes decirselo. La tomé entre mis brazos muy suavemente y traté de convencerla acerca de su partida. Le conté acerca de ese Paraíso en donde abundaba el pasto verde y los gorriones; en donde ya no habría dolor, ni sufrimientos; en donde las mariposas eran miles y revolotearían a su alrededor en una danza sin igual. También le comenté acerca de la plaga de cucarachas que San Pedro tenía en su cocina, después de que aquel angelito derramara el aceite de las milanesas.
Y para poner una cereza a aquel lugar le dije muy en secreto que Jesùs estaba esperando que alguien le espantara a los mil grillos que no lo dejaban dormir la siesta. Y que el jardín de la Virgen María se había llenado de pequeños saltamontes que arrasaban con sus jazmines y rosas
Le aseguré que Negrito, aquel vecino de infancia, la estaría esperando para jugar, como en aquellos tiempos. Y que si le sobraba un tiempito buscara a mi abuelita y le dijera que la extrañaba y que me olvidé decirle "gracias"...pero sobre todo le aseguré que yo iba a estar bien, que la extrañaría con todo el alma, pero que al final todos ibamos a estar bien.
No me pareció muy convencida, me miró con aquellos grandes ojos verdeamarillentos y me esbozó un ronroneo casi inaudible, quizás ella sabía, como ahora lo sé yo, que las cosas nunca estàn del todo bien, y a pesar de mis promesas de fuerza y valentía, cuando tuve que dejarla ir, se me hizo un nudo en las entrañas.
Espero que ella esté ahora en ese cielo cristiano del que tanto y tantos hablan, espero que esté persiguiendo pájaros, mariposas, grillos y sueños... y yo espero estar mejor... mañana, hoy quisiera llorar...

jueves, 17 de septiembre de 2009

Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora mayor que tiene dos hijos, uno de 19 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:
'No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo'.
El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice: "Te apuesto un peso a que no la haces". Todos se ríen. El se ríe.
Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla, Y él contesta: "es cierto, pero me he quedado preocupado de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo".

Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mama, feliz con su peso y le dice : "Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto".
"¿Y por qué es un tonto?"
"Porque no pudo hacer una carambola sencillísima, según él preocupado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo".
Y su madre le dice:
"No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen".

Una pariente que estaba oyendo esto y va a comprar carne y le dice al carnicero: 'Deme un kilo de carne", y en el momento que la está cortando, le dice: "Mejor córteme dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado".
El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar un kilo de carne, le dice: Qmejor lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se están preparando y comprando cosas".
Entonces la vieja responde: "Tengo varios hijos, mejor deme cuatro kilos..."
Se lleva los cuatro kilos, y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata a otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto a las dos de la tarde.
Alguien dice: "¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?"
"¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!"
"Sin embargo", dice uno, "a esta hora nunca ha hecho tanto calor."
"Pero a las dos de la tarde es cuando hace más calor."
"Sí, pero no tanto calor como hoy".
Al pueblo todos alerta, y a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz: "Hay un pajarito en la plaza". Y viene todo el mundo espantado a ver el pajarito.
"Pero señores, dice uno siempre ha habido pajaritos que bajan aquí".
"Sí, pero nunca a esta hora".
Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.
"Yo sí soy muy macho", grita uno.. "Yo me voy".
Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde todo el pueblo lo ve.
Hasta que todos dicen: "Si éste se atreve, pues nosotros también nos vamos".
Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo. Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice: "Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa", y entonces la incendia y otros incendian también sus casas.
Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, le dice a su hijo que está a su lado:
"¿Viste m'hijo, que algo muy grave iba a suceder en este pueblo? "

Esto es lo que en sociología llaman "la profecía autocumplida" o "
el efecto Pigmalión".

Por eso:
· No hagas caso del rumor.
· No seas un instrumento para crear el caos.
· Lo negativo atrae a lo negativo
· Sé POSITIVO.
· Tratemos de construir con visión de futuro y no de destruir lo que tenemos.

"SI SEGUIMOS HABLANDO Y PENSANDO EN LA CRISIS, INDUDABLEMENTE ÉSTA SE HARÁ MÁS FUERTE" PENSEMOS POSITIVAMENTE Y TRATEMOS DE MANTENER NUESTRAS MENTES SIEMPRE POSITIVAS, SI HEMOS LOGRADO SOBREVIVIR MUCHAS CATÁSTROFES Y HEMOS SALIDO SIEMPRE ADELANTE, POR QUÉ ESTRESARNOS AHORA