viernes, 22 de febrero de 2008

Comienzan las Clases y los Alumnos Crónicos


A comienzos de Febrero y por encontrarme viviendo cerca de la UNSa, presencié lo que debe darse todos los años a las puertas de la universidad: ingresantes haciendo cola (cada vez más cortas) buscando información sobre que pueden hacer de sus vidas. Bueno, debemos tener en cuenta que aún hay quienes creen que la universidad puede brindar una salida de élite o al menos asegurar el puchero de mañana. Pero támbien, en estos ultimos años la universidad ha venido a convertirse en una extensión del ala protectora, como lo fue el secundario, para que nuestros padres sigan manteniendonos, o de alguna forma tener la excusa de "aún estoy estudiando" para no salir a las fauces de los leones; por ello millones de estudiantes universitarios han prolongado su carrera algunas veces hasta el triple. ¿Esto es realmente asi?

La mala formación secundaria y la necesidad de estudiar y trabajar al mismo tiempo siguen siendo clave para demorar la graduación. Pero los estudiosos aseguran que se agregó la inhibición al enfrentar el mundo exterior.
Los estudiantes de universidades públicas del país se extienden en sus estudios hasta recibirse, en promedio, un 50 por ciento más de los años que dura su carrera, según los últimos datos estadísticos de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación. Hay casos especiales como en la universidad de Santiago del Estero, donde egresar les lleva el doble de lo que dura la carrera.
A la hora de analizar por qué estos estudiantes prolongan sus estudios hasta convertirse en "crónicos", la necesidad de trabajar puede ser la causa principal, pero hay otras que aparecen cada vez con más frecuencia —según afirman los especialistas consultados— de la mano de la creciente complejidad del mundo exterior. "Si bien muchos estudiantes tienen empleo, también existen aquellos que presentan una dificultad de aprendizaje. Mientras que otros se inhiben sólo con pensar que tienen que enfrentarse al mundo laboral", explica la psicóloga Inés Sotelo, familiarizada con este tipo de casos por ser titular de una cátedra en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
De la escuela secundaria a la universidad hay un gran salto que muchos no logran superar. "Aquellos que tuvieron una mala base en el polimodal, es más probable que se encuentren con una mayor dificultad para aprender. Eso se ve claramente en el CBC, donde algunos estudiantes, en lugar de terminarlo en un año, tardan dos, tres o abandonan", advierte Sotelo. También hay que tener en cuenta —continúa la psicóloga— que los tiempos y los plazos son relativos. "El concepto de éxito no es el mismo para todos", agrega.
Los profesionales consultados coinciden en que hay cada vez más estudiantes que sienten inhibición al enfrentarse al mundo adulto al salir de la "protección" de la universidad e insertarse en un mercado laboral cada vez más exigente. Se produce un "encierro riesgoso", dicen.
"En muchos casos, desde la familia se estimula la dependencia. Y después, la falta de límites no deja a los estudiantes pasar a la siguiente etapa de sus vidas, se quedan en una posición de recibir, cuando en el mundo laboral ocurre lo opuesto, ellos son los que tienen que dar", dice la directora de Psicólogos y Psicoanalistas de Buenos Aires (PPBA), licenciada Alicia Díaz Farina.
Es cierto que el diseño de las carreras en las universidades del Estado no es igual al de las pagas. "En las privadas, más allá de la obligación que implica la cuota, los estudiantes no pueden extender la cursada más del 50% adicional de lo que dura la carrera. Para lograrlo, deben cumplir horarios al estilo de colegio secundario", explican en la Universidad de Palermo.
Mientras que los datos de la Secretaría de Políticas Universitarias de Educación con respecto a las estatales, preocupan. Se inscribieron, en 2004, 292.511 estudiantes para un total de 1.273.156 alumnos. Y egresaron en 2003 sólo 57.475. Lo que revelaría que de que cada 10 alumnos que ingresan, 8 no se reciben.
Las carreras que más tiempo les lleva cursar a los estudiantes de universidades del Estado son Ingeniería Electrónica, Agronomía, Historia, Veterinaria, Letras, Biología, Ciencias de la Educación y Comunicación Social. Lo cual tiene que ver, según el caso, con la dificultad de cursarlas o con la escasa salida laboral.
En tanto, como caso extremo, en la provincia de Santiago del Estero a los estudiantes les lleva más del doble de tiempo de lo estipulado cursar Administración y Sistemas. ¿Una carrera súper-exigente o un temor a lo que un mercado en extremo competitivo augura a los futuros egresados?
En Tucumán, mientras tanto, la mayoría tarda más de 10 años en recibirse en Medicina. Y en Enfermería, Kinesiología y Trabajo Social, las llamadas "carreras cortas", los estudiantes más respetan los tiempos de cursada. Aquí, la mayor probabilidad de insertarse con éxito en el mercado laboral es la explicación más verosímil.

PARA EL GUINNES DE LOS RÉCORDS.
El caso puede ser para el libro Guinness de los récords: la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán expidió el año pasado el diploma de médico a alguien que demoró 51 años en recibirse. Las autoridades mantuvieron en reserva los datos (ni siquiera se dijo si era hombre o mujer) de quien ingresó en 1954. Es un caso extremo, pero no es el único; en esta Facultad donde cerca de 400 alumnos, más o menos un 10% de la matrícula, está en situación de 'crónicos'.
Es un problema que preocupa a las autoridades de la Facultad porque plantea serios interrogantes sobre la calidad de la formación de esos profesionales. "Hasta hace un tiempo, la vigencia de los conocimientos en Medicina era de 5 años; hoy es de 3 años y medio, y se estima que en 2025 será de 47 semanas", comenta el decano.


Que podemos decir... ¿vos que dirías?

4 comentarios:

DiegoS dijo...

En primer lugar el artículo es excelente. En segundo lugar ser estudiante universitario mantenido por las papis, es el paraiso terrenal y si lo hacés en otra provincia, ni hablar !!. Ser un recién recibido (jóven profesional) es lo casi lo más denigrante que te puede pasar.

No, es realmente desconsertante ver como la gente pierde su tiempo y dinero en la universidad, no saben por que están ahí. Algunos lo ven como una posiblilidad económica futura, que error !!! A otros no les gusta del todo la práctica de lo que están estudiando. Es como que siguen aferados a un sueño y a una estructura simbólica de mediados del siglo XX. Creo que la mayoría está ahí simplemente para cumplir con el mandato social de la clase media.

Conjuro dijo...

Yo más que un estudiante crónico soy un estudiante Crónica, todos los años pongo la placa roja con el: Reiteramos. Mario aseguró que se recibirá de licenciado este año.
Alguna vez el periodismo tendrá razón, espero que no sea demasiado tarde.

AleLo dijo...

Creo que la Universidad es un mandato social, pero tambien que algo tiene que cambiar alguna vez en este maravilloso pais para que nos de una fuerte patada en el culo y podamos salir adelante.
Y Ud Don Señor recibase y dejese de joder, igual vamos a seguir escribiendo pendejadas, pero con citas de autoridad propia!

AleLo dijo...

P/D Tenga en cuenta Mario que hay una gran diferencia entre ser alumno crónico y estudiante crónico! Piénselo