Tócate, tócate mucho.. como si fuera esta noche..

La masturbación, como ya se sabe (o no), consiste en la manipulación de los propios genitales para la obtención de placer. Como función afectiva-espiritual, Freud afirma que el sexo es el producto de la unión de un hombre y una mujer que se aman y se complementan. En virtud de esto, Freud le llama a la masturbación: EL VICIO SOLITARIO (ya que la otra persona no existe sino en la imaginación). El masturbado se imagina a una mujer, si es hombre, y viceversa si es mujer u otra fantasía, y se masturba en nombre de ella.
Sobre la masturbación han corrido ríos de tinta, intelectuales de “dos bandos” intentaron justificar, como así también demonizar a esta práctica. Estos últimos, apoyados por la Iglesia Católica, en especial, han intentado aún hoy en día, asustarnos acerca de ello. Se dijo que la masturbación producía locura, problemas en la piel, problemas de erección y eyaculación, pelos en la mano, en la frente y en el ojo, entre otras. Samuel Aunweor, filósofo, antropólogo, esoterista, sexólogo y psicólogo contemporáneo, en el capítulo "Sexología" de su libro Didáctica del Autoconocimiento, afirma: "En cuanto a los masturbadores, bien saben ustedes lo que es el vicio de la masturbación. Cuando alguien se masturba, está cometiendo un crimen contra natura”.
Pero considero que la sociedad ha crecido un poco (no mucho) con respecto a este tema y por suerte ha podido exteriorizar los temores y despojarse de tabúes y mitos. En mi corta experiencia profesional nunca he visto a nadie volverse loco por presencia de masturbación, pero si puedo recordar un par de casos por ausencia. Es totalmente falso que la masturbación no tenga cabida en una vida sexual sana. Podría afirmarse todo lo contrario: es parte del placer sexual, el hecho de masturbarse permite que uno mismo conozca mejor su propio cuerpo. De este mayor auto conocimiento, se beneficiaran también las relaciones en pareja: para el hombre, la masturbación puede ser una forma de aprender a contenerse, de controlar la eyaculación y ser mejor amante. Para la mujer, la masturbación permite conocer las zonas más sensibles de su cuerpo y aprender a excitarse. En las culturas en que la masturbación está permitida y es parte aceptada de la sexualidad femenina, las mujeres tienen mucha más facilidad para alcanzar el orgasmo. La mujer que se masturba se siente satisfecha, conoce su cuerpo y aprende el ritmo que le gusta llevar, y podrá guiar después a su compañero y mejorar las relaciones de pareja.
Para los hombres un bonus extra: Graham Giles, científico australiano que ha descubierto que el onanismo frecuente -más de cinco eyaculaciones semanales- ayuda a prevenir el cáncer de próstata. Los hombres que practican la masturbación entre los 20 y los 50 años tienen menos riesgos de padecer tumores prostáticos, patología que se cobra al año medio millón de vidas en el mundo. La razón esgrimida por los investigadores es que la expulsión de esperma previene al hombre de las sustancias carcinógenas que pueden acumularse en el glande.
Así que chicos y en especial chicas, por favor, masturbarse es agradable, divertido, placentero. Es sano y natural, y la única forma de sexo sin riesgo de contagio de enfermedades y de embarazo no deseado. Es una forma saludable de relajarse, obviamente mucho mejor que tomando un tranquilizante. Ayuda a dormir más y mejor. Permite conocer lo que sexualmente te gusta y por lo tanto guiar a tu pareja para mejorar tus relaciones sexuales. En caso de necesidad de saciar tu apetito sexual, siempre puede hacerse, en cambio, no siempre se dispone de pareja. Permite que tú controles el ritmo de las caricias, de la excitación, del placer, por lo que a veces se consiguen mejores orgasmos que en otras formas de sexo. Quita presión a tu pareja que no es la única fuente de tus orgasmos (Bueno este último, no creo sea bien recibido entre nuestros bellos machistas) y por último te permite fantasear y actuar según lo que tú quieras y apetezcas.

¿¿Qué estas esperando??